Como todas las prendas de lana, se deben lavar a mano, con agua fría o tibia (jamás caliente) y detergente para ropa delicada. Si eligen hacerlo en la lavadora, que sea en el programa más delicado, si no, en un lavadero o tina. Se recomienda no centrifugar, ni estrujar, sino secar naturalmente a la sombra extendido, en plano sobre toallas para que absorban la humedad, no colgados para no deformarlos por el peso del agua. Las prendas de lana no se planchan, y si es estrictamente necesario, debe ser con vapor y una toalla sobre la prenda para que esta nunca esté en contacto directo con la plancha. 

Como todas las prendas de lana, se deben lavar a mano, con agua fría o tibia (jamás caliente) y detergente para ropa delicada. Si eligen hacerlo en la lavadora, que sea en el programa más delicado, si no, en un lavadero o tina. Para el secado se recomienda exprimirlas con una toalla y luego reacomodar la figura mientras está mojada para luego dejar secar naturalmente.

Al ser una técnica sin costuras, sino sólo de lana prensada, los objetos de fieltro no se deben lavar, pues tienden a deformarse. Puedes darles un baño refrescante con vapor usando una tetera u olla para hervir agua, pero siempre teniendo cuidado de hacerlo delicadamente y cuidando que no se deforme. 

El mejor cuidado para las pieles de oveja es mantenerlas siempre esponjosas como ovejas. Si te sientas sobre ella permanentemente o tu guagua duerme ahí todo el tiempo porque la ama, eventualmente comenzará a aplanarse. Necesitas cepillar y sacudir la piel regularmente para evitar que pierda su docilidad. Puedes aspirarla suavemente también, pero cuídala de las manchas! En ese caso tendrás que recurrir a una toalla húmeda con suave jabón y frotar en la dirección del pelo, pero sin abusar y déjala secar naturalmente. No la metas a la lavadora ni tampoco a la secadora, y es recomendable que evite la luz solar directa y prolongada.