Día Nacional de los Pueblos Indígenas

Día Nacional de los Pueblos Indígenas

Cada 21 de junio, junto al solsticio de invierno, se conmemora en Chile el Día Nacional de los Pueblos Indígenas. Esta fecha no fue escogida al azar: tiene un profundo significado para muchos pueblos originarios del hemisferio sur, quienes marcan este momento como el inicio de un nuevo ciclo, el brote de los vegetales y la reproducción de los animales. Un renacer de la naturaleza y la vida.

Este día no es solo una conmemoración simbólica, sino también un llamado a reconocer, valorar y cuidar la herencia cultural, espiritual y territorial de los diez pueblos indígenas presentes en Chile: Aymara, Quechua, Atacameño o Lickanantay, Colla, Diaguita, Mapuche, Chango, Kawésqar, Yagán y Rapa Nui. 

¿Por qué es importante mantener vivo su legado?

Porque las culturas indígenas son raíces vivas que nos conectan con la historia profunda de nuestro territorio. En sus saberes hay una relación respetuosa con la tierra, formas de organización comunitaria, arte, medicina, espiritualidad y lengua que enriquecen a toda la sociedad.

Pero también es importante porque muchos de estos pueblos han sido históricamente invisibilizados, desplazados o discriminados. Reconocer su existencia y derechos es un paso esencial hacia una sociedad más justa, plural y respetuosa.

¿Cómo podemos conmemorar este día?

Celebrar el Día Nacional de los Pueblos Indígenas puede tomar muchas formas, tanto individuales como colectivas. Puedes participar en actividades culturales: muchas comunidades realizan ceremonias, encuentros, muestras de arte o ferias. También es importante apoyar el arte y el trabajo de comunidades originarias: comprar artesanía hecha a mano, tejidos, cerámica, joyería o productos elaborados por personas indígenas y no hechos en fábricas es una manera concreta de apoyar sus economías y oficios tradicionales. Además, siempre es un gran momento para leer sobre los pueblos originarios, compartir historias con los niños, ver documentales o asistir a charlas o talleres. Todos tenemos mucho que aprender.

Un nuevo ciclo, una nueva oportunidad

Este solsticio de invierno es también una invitación a renacer. Así como la tierra se prepara para florecer, podemos aprovechar este momento para reconectar con nuestras raíces,  nuestros antepasados y comprometernos con una forma de habitar el mundo más consciente, solidaria y respetuosa, algo que hace mucha falta en los tiempos que estamos viviendo. 

Honrar a los pueblos indígenas no es solo mirar al pasado: es sembrar justicia en el presente y esperanza para el futuro.

 

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