La ñocha es una planta pequeña que crece en el bosque nativo de Chile. Hoy se le encuentra, principalmente, en quebradas o en algunas zonas de la cordillera de Nahuelbuta.
Sus hojas se caracterizan por tener una línea de espinas en los costados y han sido utilizadas durante siglos por las comunidades locales para crear tejidos únicos y auténticos.
Esta planta posee unas hojas muy resistentes, sin embargo, cada vez cuesta más encontrarla y muchos artesanos han optado por cultivarla en sus propios patios.
Trabajar este material no es algo sencillo y conlleva varios pasos antes de poder trenzar. Primero hay que recolectar las hojas de ñocha y llevarlas en atados al taller que suele ser en las mismas casas de los artesanos y artesanas. Según la tradición, la cosecha se hace durante las noches de luna menguante, porque sino las hojas se rompen con facilidad. Una vez en la casa, se hierven con ceniza durante 6 segundos para que las hojas blanqueen y se sequen más rápido. Luego se dejan secar al sol durante 3 a 4 días y se recogen durante la noche, cuando cae el sereno. Una vez secas, se pueden cortar las espinas de los bordes y hacer tiras más delgadas que se enrollan y se guardan para luego ser usadas.
Con todo listo se puede empezar a realizar la cestería tanto decorativa como utilitaria, como pantallas de lámpara, canastos, individuales, yepos, paneras y fruteras.
En Cordillerana, nos comprometemos a preservar las tradiciones y el arte cestero de Chile, y la fibra ñocha es parte fundamental de esta misión. Trabajamos de la mano con artesanos que han dominado las técnicas ancestrales de tejido con fibra ñocha, asegurando la autenticidad y calidad de cada pieza. Queremos mostrar este bello y arduo trabajo al mundo porque sabemos que cada pieza cuenta una historia de tradición, sostenibilidad y conexión con la naturaleza. ¡Explora nuestra colección y descubre la variedad de productos que se pueden crear con este material!